- Su madrastra, embarazada de ocho meses, dormía en la casa familiar en el estado de Pennsilvania.
- Después de matarla, el niño cogió el autobús y se fue al colegio.
- Una de sus hermanastras, de siete años, terminó confesando el papel jugado por Jordan Brown.
- El niño está bajo custodia y será tratado como un adulto.
- Es el segundo caso de similares características ocurrido en los últimos días en EE.UU.
Confesión de su hermanastra
La policía fue a buscar al chico al colegio después de que una de las hijas de Houk, de sólo cuatro años, dijera a unos leñadores que trabajaban en la propiedad que pensaba que su madre estaba muerta. En los primeros momentos de la investigación, Brown intentó desviar la atención de la policía asegurando que había visto una camioneta negra sospechosa en las inmediaciones de la casa en la mañana de la muerte de su madrastra. Sin embargo, las inconsistencias en su declaración llevaron a la policía a volver a interrogar a otra de las hijas, de siete años, quien terminó incriminando a su hermanastro. El abogado de Brown ha asegurado que presentará una moción el lunes para que el niño sea dejado en libertad provisional y para que el caso sea transferido a un juzgado de menores.
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